lunes, 16 de septiembre de 2019

Salida del 15 de Septiembre de 2019.


Salida en Riazor de 7,45 am a 14 h . Sin capturas .. .  Mar de fondo del NO de 0,5 -1,5 m . Viento leve variable,  y NE pesado a última hora .  Mareas vivas y baja sobre las 11,50 am . No muy claras y frías a 14º  ...
Aquí flotilla de jigs  estrenando lote de  nuevos  assists ... Los dos jigs de la derecha , pensados  para tentar a los espáridos ( brecas, sargos, chaparelas )   que a veces vagan por los fondos ..


Después de tres semanas en tierra, sin poder salir por el vientazo NE - nordés-  , tenía muchísimas ganas ...  No demasiadas esperanzas  por la temperatura del agua , pero nunca se sabe ..



Un día precioso ... Muy poca actividad en la sonda . Prácticamente  sin ecos en el fondo ni en las  medias aguas .. Muchas agujas juveniles  en  superficie, dentro de la ensenada  y delfines de todos los tamaños cazándolas ..


Empecé por las islas de la Torre , explorando  pequeñísimos ecos pegados al fondo, desniveles rocosos   y algo de currican . Sobre las 10 am crucé con dirección a la costa Oeste  y vi pajareras de gaviotas  en el interior de la ensenada ... Cambié el rumbo y me acerqué optimista hasta que oí el respirar de los delfines , después los vi cazando en superficie , por todas partes ...

Seguí hasta Penaboa y por allí patrullé un par de horas . Sin grandes esperanzas pero disfrutando mucho del mar, que estaba espectacular ...


Luego aún me volví a la Torre ,  sin perder del todo la esperanza ..
Que raro un día sin xardas ni xurelos ...  Supongo que será por la baja temperatura del agua ..

Bue.. Una muy buena salida aún sin capturas ...
Sigo con problemas para poder contestar comentarios .. Ni siguiera anonimamente ...  En cambio si puedo comentar  de esta manera en algún blog , no en todos . Que cosas ..

Ya pensando en la siguiente ..

1 comentario:

  1. Hablas en tu reportaje de los delfines que perseguían a las agujas. ¡No son sus únicos enemigos! Este verano, en la ría de Betanzos, fui testigo de algo curioso. Había salido a pescar con mi hijo y un pez atrapó mi señuelo. Para mi sorpresa, cuando me disponía a izarlo al kayak, veo que se trata de una aguja y que lleva a remolque una tintorera que había mordido su cola o aleta caudal. Tiré de la aguja hacia arriba, pero el escualo, que ya tenía la cabeza fuera del agua, optó por soltar a su presa. Conseguí capturar a la aguja, que tenía la parte posterior totalmente seccionada por los afilados dientes de la tintorera, aunque precariamente sujeta al resto de su cuerpo por un jirón de su piel. La liberé del anzuelo y la arrojé al mar, aunque pude observar que apenas podía desplazarse al carecer de aleta caudal operativa. Inmediatamente después fue atacada de nuevo por la tintorera, que la tenía a su merced. Pude contemplar toda la secuencia de acontecimientos, ya que el agua estaba clara y el ataque se produjo junto al casco de mi embarcación y en aguas someras.

    También sucedió algo parecido con una caballa, pero en esta ocasión todo quedó en una persecución poco antes de que sacara a mi pez del agua, sin que el atacante lograra su propósito. ¡No seré yo quien se aventure a nadar en medio de esta ría!

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